jueves, 28 de marzo de 2013

Hacia las sociedades del conocimiento


En el mundo en el que vivimos se han introducido numerosos cambios e innovaciones en diversos ámbitos (social, económico y político) debido a unos factores que actualmente se encuentran en auge y que son las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las biotecnologías y las nanotecnologías.
La biotecnología es un área multidisciplinaria que emplea la biología, la química y procesos en agricultura, farmacia, ciencias de los alimentos, ciencias forestales y medicina. Por lo que podemos definirlo como la aplicación tecnológica que utiliza sistemas biológicos y de organismos vivos. Las nanotecnologías es un campo de las ciencias aplicadas dedicadas al control y manipulación de la materia a una escala a nivel de átomos y moléculas.
Como se expone en el Informe Mundial sobre el Desarrollo Humano, publicado en 2001 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, los progresos de estas ciencias en ámbitos como la salud o la agricultura, provoca que se creen nuevas perspectivas al desarrollo humano, provocando importantes consecuencias en el desarrollo de las sociedades del conocimiento.
En lo que respecta a la economía del conocimiento en las redes sociales, se ha realizado reseña a un doble paradigma: el de lo inmaterial y el de las redes. Al sustituir el trabajo humano por máquinas, ha provocado que surja una nueva sociedad en el que el dominio de lo inmaterial provoca más ventajas estratégicas y con más poder que el de lo material. Todo este desarrollo de lo inmaterial provoca que podamos explorar ámbitos que antes se consideraban como inalcanzables. Entre el proceso de mundialización y el de las mutaciones tecnológicas destacamos la aparición de lo que se denomina sociedades en redes.
El concepto de sociedad en red  es un concepto muy novedoso y que surge al superar la noción de sociedad de la información. Esta nueva sociedad presenta un modo de organización social cuya estructura está construida alrededor de las redes de información a partir de la tecnología de información microelectrónica.
La economía del conocimiento relata una etapa particular del desarrollo del sistema capitalista, basada en el conocimiento. Tal como Marx predijo a mediados del siglo XIX, parece ser que el conocimiento está suplantando a la fuerza de trabajo y que la riqueza creada se mide cada vez menos por el trabajo en su forma inmediata, insumable y cuantificable, y depende cada vez más del nivel general de la ciencia y el progreso de la tecnología.
La economía del conocimiento pone de manifiesto la complementariedad estructural y tecnológica que existe entre las nuevas posibilidades de codificación, acopio y transmisión de la información facilitadas por las nuevas tecnologías, el capital humano de los trabajadores que pueden utilizarlas y una organización “reactiva” de la empresa que permite la explotación más amplia posible del potencial de productividad.
En Europa y EE.UU, el paso de una economía agrícola a una industrial en el s. XIX se había caracterizado por la emigración de una gran parte de la mano de obra rural hacia las fábricas, provocando un abandono de la agricultura y una superpoblación de las ciudades. De este modo se produjo una coexistencia entre diferentes sistemas tanto a nivel mundial como dentro de cada país.
Las Nuevas Tecnologías han tenido un gran impacto en los conocimientos en redes, por lo que podemos hablar de una evolución tecnológica, creación y circulación del conocimiento.
Evolución tecnológica y creación y circulación del conocimiento
El desarrollo digital ha propiciado una expansión sin precedentes en las redes, en función de dos ejes: uno horizontal de aceleración de las transmisiones, y otro vertical de densificación de las conexiones.  La interactividad es una característica de estos nuevos soportes del conocimiento, por lo que encontramos de la televisión con una interactividad de sentido único, los teléfonos que permiten mantener a distancia un auténtico diálogo “cara a cara” o incluso Internet.  De este modo cabe destacar que existe una influencia considerable de las nuevas tecnologías en la creación del conocimiento, ya que adelanta la accesibilidad y el manejo del conocimiento.
La propagación en nuestro entorno de objetos virtuales, modificables y accesibles infinitamente, facilita el trabajo colectivo y la adquisición de conocimientos en común. El aprendizaje específico, como por ejemplo la escuela, se está convirtiendo en un espacio virtual de dimensiones planetarias y accesibles a distancia, en el que será posible simular una infinidad de situaciones. La creación de conocimiento en redes y la aceleración del tratamiento de la información abren nuevas posibilidades de trabajo sobre las bases de datos, independientemente de su tamaño, uso y finalidad.          
¿Cuáles son los límites de la mercantilización de los conocimientos?
La revolución digital ha permitido la aparición de una nueva escala de comercialización de lo inmaterial. Es cierto que la utilización abusiva de los sistemas peer to peer y las descargas piratas de música o películas en Internet son plagas que ponen seriamente en peligro la viabilidad económica de la creación de contenidos digitalizable, pero ¿se podría considerar esto como un pecado juvenil?
¿Hacia un incremento de las desigualdades entre el Norte y el Sur en una economía basada en el  conocimiento?
El avance de estas sociedades de conocimiento no provoca una igualdad entre todos los países del mundo, por lo que podemos encontrar que los países ricos se enriquecen con estas medidas y los pobres se quedan estancados produciéndose una época fasta de la “nueva economía”.
¿Hacia una obsolescencia de lo humano o hacia nuevos horizontes para la creatividad?
Cuanto más dominamos los conocimientos, más ignorantes nos volvemos. Pero esta afirmación no se puede tomar como cierta, sino que hay que preguntarse si esta diferencia no entraña un riesgo de que el cerebro humano se vea superado por las máquinas y los programas que ha creado. Es verdad que las máquinas parecen estar listas para reemplazar al hombre, pero esto sólo es cierto cuando se trata de tareas mecánicas.
Los efectos cognitivos de la revolución digital y de la codificación de los conocimientos
Las nuevas tecnologías digitales influyen directamente en la rapidez de  transmisión de la información y también en el tratamiento y la recepción de los conocimientos. Por lo que podemos afirmar que la digitalización ha conducido a la cumbre de las formas antiguas de codificación del conocimiento permitiendo transformar datos en un lenguaje es de esencia colectiva.  El uso de las tecnologías provoca una situación que antes  no existía y a la que la población debe adaptarse para avanzar.

Las nuevas tecnologías no sólo producen un movimiento de desmaterialización.
Los aspectos más impresionantes que podemos destacar de la revolución de la información, es la facilidad con que conviven, en la vida cotidiana, los aparatos y los nuevos tipos de información
Una de las claves del éxito de las nuevas tecnologías es su ergonomía. La ergonomía es una disciplina tecnológica que trata del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas que coinciden con las características fisiológicas, anatómicas, psicológicas y las capacidades del trabajador. Las nociones de comodidad y facilidad de utilización son elementos fundamentales en la concepción de los programas que integran las tecnologías de la información. Por último debemos tener en cuenta que los contenidos y métodos deben adaptarse a sus usuarios reales y satisfacer sus necesidades.

¿De las sociedades de la memoria a las sociedades del conocimiento?
            Memoria y nuevas tecnologías
El descubrimiento de Internet se puede considerar como un cambio decisivo en la historia de la manifestación progresiva de las facultades mentales. Internet es un archivo de memoria externa, es un dispositivo de redistribución de la información y además es activo y está en continuo cambio. Lo que nos lleva a cuestionarnos si la automatización de la memoria no trae consigo una disminución del esfuerzo individual de memorización.
La digitalización está destinada a modificar la transmisión de la tradición en la medida en que afecta al funcionamiento de las instituciones culturales, educativas y científicas.
            ¿Vamos hacia nuevos comportamientos culturales?
Todo el mundo participa en el desarrollo de Internet, los consumidores se convierten en receptores, poseedores y protagonistas de la era de la información, por lo que no son unos usuarios pasivos, sino que son activos ya que tienen la posibilidad de participar en el proceso del perfeccionamiento de Internet.
Internet ofrece además posibilidades inéditas de experimentación de la identidad, gracias al establecimiento de intercambios que se establecen totalmente de forma anónima y simultánea.
Internet pude convertirse tanto en un instrumento de la edificación de sociedades del conocimiento como en un laberinto que podría conducirnos, lenta, pero seguramente, hacia esa sociedad dela diversión con todos los inconvenientes que ello podría entrañar. Los consumidores debemos de saber hacer un uso responsable de estas herramientas y procurar que contribuyan al desarrollo de las sociedades del conocimiento y no a destruirlas.

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